Viajamos hasta la exótica y calurosa Kuwait, en la península arábica, para entrevistarnos con un joven entrenador aragonés, Alberto Arteaga, socio de ANEFS nº886 que acaba de iniciar una nueva aventura en su vida…
- ¿Por qué te decidiste a emprender este nuevo camino fuera de España?
En primavera me llamó Don Luis Fonseca, entrenador español de amplio currículo y actual seleccionador de Kuwait, con quien tuve la suerte de coincidir hace un año en un Clinic en Milán. Un club quería hacer una escuela de fútbol sala y quería entrenadores españoles, ahí me echó una mano enorme Felix Pellicena, a quien le une una gran amistad con Fonseca, y le propuso mi nombre, llegamos a un acuerdo con dicho club, pero el mánager un día desapareció dejándome colgado. Por suerte, Luis Fonseca movió sus hilos y entregó mi currículum a algunos clubs del país y a finales de septiembre recibiría la llamada de Kazma Club para proponerme hacerme cargo de su equipo juvenil, cerramos el trato en seguida y aquí estamos.
Muchas veces la suerte consiste en estar en el momento idóneo en el lugar preciso, pero hay un largo y duro trabajo detrás sacrificando muchas cosas para llegar hasta aquí, no sólo es cuestión de suerte.
- ¿En qué consiste tu trabajo en Kuwait?
Estoy preparando el equipo para competir en el campeonato Under 18 de Kuwait, es un sistema de competición bastante diferente ya que sólo hay 8 equipos y se juegan dos partidos a la semana, con lo cual, y contando con que hay un parón de 3 semanas por los estudios, a finales de diciembre habremos acabado el campeonato, después se vuelve a parar dos meses y en marzo se juega la Copa. Este equipo es de los más potentes de la competición, el año pasado fueron campeones de Copa y este año el objetivo a nivel de resultados es aspirar a lo máximo, es decir, liga y Copa. No hay que descuidar tampoco el objetivo cualitativo, es decir, enseñar y ayudar a progresar en este deporte a jugadores que en su mayoría es la primera vez que se encuentran en un campo de fútbol sala y que desconocen la táctica. Es un reto bonito, importante y grande, pero confío en que cuando llegue la hora de hacer balance el saldo sea muy positivo.
- ¿Qué te ha motivado a decidir emprender esta nueva aventura?
La situación actual, no solo en el fútbol sala, sino en España en general, no es como para quedarse si surge una posibilidad de este tipo y no tienes ataduras ya sean de tipo laboral, o sentimental, etc. Hay clubs que están desapareciendo, otros que se ven obligados a tirar de cantera para subsistir cuando no lo han hecho en los últimos 10 años, semifinalistas de liga que se tienen que bajar de categoría para poder hacer frente a los costes de la competición, y una fuga de jugadores y entrenadores en todas las direcciones brutal. En esa situación, mi emigración además supone un salto importante en mi carrera y en mi vida profesional, así como una experiencia en la vida de las que no se suele tener posibilidad. Cuando tu trabajo consiste en hacer lo que has estado haciendo por gusto y de manera prácticamente desinteresada durante los últimos 11 años, entonces eres un afortunado.
- ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de tu nueva vida personal y profesional en Kuwait?
En el aspecto deportivo, la cantidad de tiempo que se entrena, aquí estamos entrenando ahora mismo seis sesiones semanales de dos horas y media, dejando libre el viernes, que para ellos es como nuestro domingo. En breves realizaremos un stage de pretemporada de una semana dentro de las propias instalaciones del club donde los jugadores dormirán y comerán, en el que trabajaremos a doble sesión incluyendo un par de partidos amistosos. Durante el campeonato se entrenará cuatro días, más dos días de partido y el viernes seguirá quedando libre. Estamos hablando de que hay equipos profesionales en España que no están entrenando tanto. Toda esta carga para mí es una maravilla, hay mucho que trabajar y es un trabajo que me encanta así que en ese aspecto no puedo estar más contento.
Otra de las cosas que me ha sorprendido son las instalaciones del club, de carácter polideportivo, hay equipos de fútbol sala, fútbol, baloncesto, balonmano, natación, tenis, karate, gimnasia deportiva, etc, todas incluidas dentro de un mismo recinto y todas perfectamente equipadas a nivel material y personal, con entrenadores venidos de todas partes del mundo dependiendo de la especialidad.
En lo personal sorprendente es todo, esta cultura es muy distinta a la que estoy acostumbrado y me voy adaptando poco a poco, así como a la comida y al clima, es un cambio enorme en mi vida, que supone una experiencia única y que estoy disfrutando cada día.
- Dinos algunos aspectos que no te hayan gustado…
Hasta ahora lo único que no me está gustando a la hora de desarrollar mi trabajo es la seriedad en el trabajo de los jugadores, no están acostumbrados a una filosofía de esfuerzo, tan pronto te pueden venir a entrenar 20 como aparecer solo 11 o llegar medio equipo tarde a entrenar, y eso a la hora de planificar actividades y entrenamientos es un hándicap, sin embargo para ellos es su forma de vivir y su personalidad, entienden que no te guste pero se escudan en decir que en Kuwait funcionan así, hablamos de un país en el que la práctica totalidad de sus habitantes nativos no tiene necesidad de trabajar para subsistir, nunca han tenido horarios ni obligaciones y es difícil que los adquieran, esa va a ser una batalla complicada este año.
Muchas gracias Alberto, un abrazo de gol muy fuerte para ti y mucha suerte en esta nueva aventura.